
Una alimentación inteligente se caracteriza por estar fundamentada en el consumo de alimentos saludables, con un alto valor nutricional. La diferencia de una alimentación inteligente con respecto a la mayoría de dietas adelgazantes es que no implica dejar de consumir determinados grupos de alimentos. La alimentación saludable tiene más que ver con la variedad y el sentido común, en dejar de comer de forma impulsiva alimentos que no aportan nutrientes, sino calorías vacías. No debemos olvidar que las grasas también pueden ser saludables: es cuestión de elegirlas bien y comerlas en su justa medida.
Los aspectos fundamentales de la alimentación inteligente
Llevar una alimentación inteligente puede definirse como ingerir diariamente la cantidad justa de aquellos alimentos que nos aporten los nutrientes que necesitamos y que, en líneas generales, sea un tipo alimentación que se adapte a nuestros requerimientos y condiciones personales.
La alimentación inteligente es, además, un concepto global que va más allá de elegir los alimentos más adecuados, tiene que ver también con adoptar buenos hábitos de alimentación: tratar de comer despacio, sin estrés y masticando suficientemente, entre otras cuestiones.
Otro enfoque de la alimentación inteligente es el de la industria alimentaria mediante la innovación en la alimentación. Evidentemente es un concepto que no encaja con muchos de los alimentos comerciales actuales. Por ello, se ha convertido en una nueva línea de innovación para algunas marcas y productores de alimentos caracterizada por la mejora continua e integral de los productos, aportando constantemente nuevos ingredientes y otras novedades que hagan que lo que comamos y bebamos sea más nutritivo, saludable, con mejor sabor, olor y más atractivo a la vista. El objetivo final debe ser que todo el producto en sí (no solo algún ingrediente) sea saludable para poder formar parte y adaptarse a la dieta inteligente de cada consumidor.
De un modo general, innovar significa alterar algo, introduciendo novedades que mejoren su utilidad, aporten más calidad o amplíen sus usos o funcionalidades. Aplicando esta definición global a la innovación de alimentos, se trataría de crear productos de más calidad: con mejor sabor, más duraderos, más nutritivos y que ofrezcan una mayor seguridad o atractivo para los consumidores.
Hoy en día no es suficiente con incluir en el producto algún que otro ingrediente nutritivo. El alimento en su conjunto debe ser saludable y, de esta manera, pasar a formar parte de una dieta inteligente.
Tendencias en alimentación inteligente
Las nuevas tendencias en alimentación inteligente se fundamentan en la adopción de vertientes saludables que nos alejan de estilos de alimentación perjudiciales como considerar a los hidratos de carbono como alimentos que debemos prácticamente desterrar de nuestra dieta. Por el contrario, dentro de la idea global de alimentación inteligente convergen propuestas como la comida macrobiótica o los alimentos inteligentes.
Estas son las 5 claves de una alimentación saludable e inteligente.
- Comer por necesidad y no por ansiedad o impulso. Se impone el autocontrol que nos aleje del consumo de alimentos con poco valor nutricional de forma constante y compulsiva.
- Olvidarse o restringir los alimentos de escaso valor nutricional y que aportan principalmente: exceso de calorías, azúcares, demasiada sal, grasas saturadas y condimentos artificiales.
- Dar un mayor protagonismo a las frutas y verduras.
- Otra tendencia novedosa es la dieta macrobiótica, que busca el equilibrio físico y mental mediante la reducción de estrés y una alimentación donde predominen: las hortalizas, las legumbres, los cereales integrales y los huevos.
- Gusto por los considerados alimentos inteligentes, que son todos aquellos con un alto valor nutritivo y una composición saludable y compensada en todos sus ingredientes.
La verdad sobre el “Somos lo que comemos”
La influencia de nuestra alimentación en nuestra forma de pensar y razonar está avalada por fundamentos científicos sólidos. Es un hecho comprobado que los alimentos influyen en todo nuestro organismo, incluyendo el sistema nervioso y en el funcionamiento del cerebro. En consecuencia, lo que comemos y bebemos cada día tiene un fuerte grado de afectación en nuestras habilidades, acciones y reacciones físicas e intelectuales y también emocionales: forma de enfrentarnos a los problemas, capacidad de reflexiva, nivel de racionalidad, empatía…
La mejor forma de optimizar todo esto es con una alimentación equilibrada y saludable, sin excesos ni alimentos perjudiciales, que lo único que hacen es que nuestro organismo y nuestra mente se ralentice y funcione de manera deficiente.
Si priorizamos y potenciamos en nuestra dieta los alimentos completos desde un punto de vista nutricional, es decir, alimentos inteligentes, de composición natural y optimizada en cada uno de sus ingredientes, nuestro cuerpo y mente darán el máximo de su potencial.
En Pilarica nos preocupamos y ocupamos en desarrollar productos saludables, con alimentos naturales y de alta calidad y en la línea de la alimentación inteligente. Esa es nuestra principal misión ¿Quieres conocer cómo lo hacemos? Entra y descúbrelo.