
Un análisis organoléptico es una valoración que un grupo de personas, con la experiencia y competencias necesarias, realiza sobre una muestra de un alimento o bebida. Dicho análisis se caracteriza por basarse exclusivamente en la sensación que el producto analizado produce sobre los sentidos: vista, gusto, olfato, etc.
Se trata de un test que, pese a tener un componente subjetivo, si se realiza siguiendo un método riguroso y cuantitativo resulta de gran utilidad para conocer cuál puede ser la respuesta de los consumidores ante el lanzamiento de un nuevo producto, ayudando a predecir si será o no exitoso y, en su caso, qué cambios o mejoras pueden realizarse para aumentar su calidad.
I+D+i, la formulación como garantía de éxito
Las empresas de alimentación son conscientes de la necesidad de ofrecer productos alimenticios diferentes para dar respuesta a las demandas de los consumidores, los cuales reclaman novedades constantemente, deseosos de encontrar comidas y bebidas distintas a las propuestas de siempre en las estanterías de los supermercados y tiendas de alimentación, Por este motivo, son muchas las empresas del sector de la alimentación que dedican importantes recursos y esfuerzos en intentar satisfacer las expectativas de los consumidores con productos que incorporan novedades en sus ingredientes, olores o sabores.
Sin embargo, estos proyectos chocan en la mayoría de ocasiones con una dura realidad: las estadísticas alertan que entre el 80-90% de los nuevos productos alimenticios que se lanzan al mercado acaban fracasando.
¿Qué se puede hacer para revertir esta situación? La ejecución de un análisis organoléptico, también conocido como análisis sensorial de alimentos, es uno de los métodos más eficaces para intentar garantizar la aceptación de un nuevo alimento o bebida en el mercado, puesto que permite:
- Conocer la percepción del consumidor sobre un producto a través de un test de prueba llevado a cabo por un grupo de catadores.
- Adaptar el producto a la realidad del mercado, realizando los retoques o cambios necesarios antes de su lanzamiento definitivo.
Es fundamental que los resultados de esta evaluación sensorial donde se analicen las características organolépticas de un producto sean tenidos en cuenta por todos los departamentos implicados: I-D-i, producción, marketing y ventas, etc., con el fin de lograr, entre todos, un producto alineado con los deseos, expectativas y necesidades de sus futuros consumidores.
Un cliente final cada día más exigente
El consumidor actual de alimentos y bebidas es cada vez más exigente y para poder ganarnos su confianza es fundamental prestar mucha atención a la materia prima, que debe ser la más natural posible en todos sus ingredientes.
En esta cuestión Pilarica es todo un referente, ya que se dedica a proporcionar Complets o mezclas de ingredientes elaborados con especias de la máxima calidad, una cuestión muy valorada por el mercado. De forma constante, el departamento técnico de Pilarica se esfuerza para ofrecer un etiquetado de los alimentos limpio, transparente y compuesto de ingredientes naturales y saludables, lo que se conoce como etiquetado Clean Label.
El ciclo de vida de la formulación de un producto: desde la realización de un análisis organoléptico hasta su comercialización
Para conseguir la mejor aceptación por parte de los consumidores de un nuevo producto de alimentación y, de esta forma, aumentar las posibilidades de que sea un éxito en el mercado es muy recomendable seguir una hoja de ruta con las siguientes etapas:
- Selección de la prueba organoléptica. Una vez generada la formulación del producto, se debe elegir el tipo de análisis que mejor se adapte al mismo, en función de los datos que nos interesa extraer de la evaluación sensorial. Es decir, si el producto gusta por su sabor, olor y textura (preferencia-aceptación); si existen diferencias entre distintas muestras formuladas o con una versión anterior del producto (discriminatoria) y valoración de dichas diferencias (descriptiva).
- Diseño estadístico de las pruebas. Los objetivos deben ser: obtener la máxima información posible con el menor número de catas y eliminar o minimizar los efectos de factores externos.
- Selección del panel de catadores. Elegir los expertos o consumidores más representativos teniendo en cuenta diversas variables: normalidad fisiológica del catador (pruebas normalizadas), sensibilidad, capacidad de diferenciación, reproducibilidad de sus respuestas y concordancia.
- Realización efectiva de la prueba sensorial para valorar las distintas características organolépticas del producto: color, sabor, olor, textura, etc.
- Análisis e interpretación de los resultados.
- Validación del producto rediseño del mismo.
¿Cómo garantizar el éxito de un producto?
Pese a que no existe una fórmula infalible para conocer a ciencia cierta cómo va a funcionar un nuevo producto alimentario una vez se lance al mercado, sí que podemos poner en marcha una serie de acciones para optimizar la evaluación sensorial de las diversas muestras y multiplicar sus posibilidades de éxito:
- Realizar análisis organolépticos previos con segmentos poblacionales diversos en función del tipo de consumidor al que va dirigido el producto..
- Garantizar las condiciones del producto. Es decir, que el resultado del análisis se vea plenamente identificado en el producto que el cliente adquiere.
- Cuidar mucho la calidad de todos los componentes de la formulación.
- Poner en marcha un etiquetado y presentación completos y detallados.
- Revisar la aceptación del cliente final a través de encuestas de satisfacción.
En Pilarica podemos ayudarte a mejorar las características organolépticas de alimentos y de esta forma ganarte la aceptación de los consumidores mediante la sustitución de los aditivos artificiales por ingrediente naturales, utilizando para ello: especias y condimentos, hortalizas deshidratadas, cereales sin gluten, aromas, espesantes, harinas, retenedores y fibras alimentarias.